Colección Inanna
Poesía
Directora: Almudena Rubio
El primer poeta conocido fue una mujer. Hace aproximadamente cuatro mil trescientos años, sobre tablillas de arcilla, Enheduanna escribió en cuneiforme los primeros textos no anónimos de la historia.
Hija del rey Sargón I de Acad, suma sacerdotisa del templo más importante de la ciudad de Ur, dedicó muchos de sus versos a Inanna, su divinidad protectora, la diosa sumeria de la guerra y del amor, más tarde identificada con la asiria Ishtar, la hitita Sauska, la griega Afrodita y la fenicia Astarté, entre otras.
En La exaltación de Inanna, Enheduanna describe su creación poética como una suerte de unión carnal en la que la diosa entra de noche en su cuerpo y le inspira las palabras que ella dará a la luz y al mundo en su honor:
Lo que recité para ti en la noche
que lo repita el cantor al mediodía.
(versos 139-140 según la edición de Hallo y van Dijk, 1968)
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